Durante muchos años, el diagnóstico en la ortodoncia convencional ha utilizado como auxiliares de estudio básico los modelos de estudio en yeso para realizar fotografías intraorales y extraorales. En cuanto a las imágenes radiográficas, la radiografía panorámica, la radiografía lateral de cráneo y en ciertos casos las radiografías PA. Cuando el especialista tiene una filosofía gnatológica, es común también que se pidan radiografías comparativas de ATM, así como radiografías para valorar la posición de las vértebras, y se complementa con montajes de diagnóstico.

Históricamente, el diagnóstico ortodóntico confiere un gran peso a la cefalometría y al análisis de modelos de estudio. El advenimiento de las nuevas tecnologías no busca descartar los conceptos tradicionales; por el contrario, propone sumar mayores datos diagnósticos que permitan tener un conocimiento amplio de nuestros pacientes y en consecuencia generar diagnósticos más integrales.

Debemos partir de la base de que los nuevos conceptos requieren de un proceso de adaptación y de una curva de aprendizaje que puede ser complicada, ya que no resulta sencillo cambiar conceptos o incluir nuevos cuando llevamos ya un tiempo trabajando con una metodología que nos ha permitido tener una práctica exitosa. Adaptarse a los conceptos tridimensionales no es sencillo y mucho menos considerando que la información que se puede obtener de estos sistemas es tan basta que puede resultar abrumadora.