Description
El cuerpo tiene una extraordinaria capacidad para sanarse a sí mismo, siendo un potencial que aprovechamos a diario, pero del que aún no conocemos por completo su alcance ni comprendemos bien cómo dirigirlo mejor. Con el advenimiento del trasplante de médula ósea y de órganos sólidos se abrió un nuevo campo de la medicina, a saber, la medicina regenerativa. Acuñado en 1992 por William Haseltine, PhD, fundador de Human Genome Sciences, este término se refiere a una especialidad dedicada a la creación de “tejidos vivos y funcionales para reparar y reemplazar [aquellos] que se pierden debido a la edad, enfermedad, daño o defectos congénitos.i
El rejuvenecimiento es una rama de la regeneración que tiene como objetivo estimular los propios mecanismos de reparación del cuerpo para sanar células previamente alteradas o dañadas.ii En esencia, cómo se potencia la auto-curación. El plasma rico en plaquetas (PRP) y la micropunción cutánea son dos modalidades cada vez más populares destinadas a aprovechar estas capacidades. Se pueden utilizar de forma independiente o en combinación, para capitalizar la liberación de factores de crecimiento críticos, no solo para la curación de heridas, sino también para la síntesis y remodelación de la matriz extracelular, así como para el ciclo del cabello.
Descrito por primera vez en la década de 1990,iii la micropunción cutánea médica y las terapias de plaquetas concentradas se han popularizado con disponibilidad de nuevos artículos casi mensualmente.
Dado este interés creciente, buscamos crear una referencia para la literatura clave publicada hasta la fecha; consideraciones prácticas importantes cuando se evalúan diferentes métodos de administración, así como los datos o, cuando no estén disponibles, los protocolos avalados por la experiencia para optimizar la atención del paciente. La aprobación y regulación de estos dispositivos por la Administración deAlimentos y Medicamentos (FDA) es un panorama continuamente cambiante. Ninguno está directamente aprobado para el rejuvenecimiento, revisión de cicatrices o restauración del cabello, pero a menudo se utilizan para estas indicaciones, sin haberse validado y aprobado (en los Estados Unidos).
Este texto no revisa directamente la legislatura vigente, ya que ésta puede ser específica dependiendo de cada país y estado. En cambio, nuestra intención es evaluar la ciencia básica y clínica que sustenta el uso del PRP y la micropunción cutánea en medicina estética, para identificar las mejores prácticas e impulsar las investigaciones futuras.